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martes, 13 de julio de 2010
Sueño y descanso durante el embarazo
Sueño
Es importante que duerma suficiente durante el embarazo. Su cuerpo está trabajando muy duro para acoger en su interior una nueva vida, de modo que se sentirá más cansada de lo habitual. Y, a medida que vaya creciendo el bebé, le costará cada vez más encontrar una postura cómoda para dormir.
Probablemente la postura que le resultará más cómoda a medida que vaya avanzando el embarazo será estirada sobre un costado con las rodillas flexionadas. Además esta postura facilita la función cardíaca, porque impide que el peso del bebé comprima las grandes venas y arterias que transportan sangre entre el corazón y las extremidades inferiores. Estirarse sobre un costado también ayuda a prevenir las varices, el estreñimiento, las hemorroides y las piernas hinchadas.
Algunos médicos recomiendan a las mujeres embarazadas dormir específicamente sobre el costado izquierdo. Puesto que una de las grandes venas pasa por la parte derecha del abdomen, estirarse sobre el costado izquierdo impide que el peso del útero la presione. Esta postura también optimiza el flujo sanguíneo hacia la placenta y, por tanto, la cantidad de oxigeno que le llega al bebé.
Pregúntele al profesional de la salud que supervise su embarazo qué postura de descanso recomienda. En la mayoría de los casos, descansar sobre cualquiera de los dos costados va bien y permite liberar a la espalda de parte del peso que tiene que cargar durante el día. Para estar más cómoda, póngase cojines entre las piernas, detrás de la espalda y debajo del vientre.
Ejercicio embarazadas
Ejercicio
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (DHHS, por sus siglas en inglés) recomienda por lo menos 150 minutos (es decir, dos horas y media) a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada a aquellas mujeres que no sean muy activas de por sí ni realicen actividades vigorosas. Si usted es muy activa o está acostumbrada a realizar actividades aeróbicas de intensidad elevada, tal vez pueda continuar con los entrenamientos, siempre y cuando su médico lo considere seguro. No obstante, antes de iniciar o continuar con cualquier programa de ejercicio físico, hable primero con su médico.
Está demostrado que hacer ejercicio durante el embarazo es sumamente beneficioso. El ejercicio regular puede ayudar a:
* impedir una ganancia de peso excesiva
* reducir los problemas asociados al embarazo, como el dolor de espalda, las piernas hinchadas y el estreñimiento
* dormir mejor
* aumentar la energía
* mejorar el aspecto físico
* prepararse para el parto
* reducir el tiempo de recuperación posparto
Las actividades de bajo impacto y moderada intensidad (como andar o nadar) son magníficas elecciones. El yoga o el método Pilates, así como los DVD o vídeos de gimnasia suave para embarazadas también son buenas opciones. Son actividades de bajo impacto y trabajan tanto la fuerza como la flexibilidad y la relajación.
Pero debería limitar el ejercicio aeróbico de gran impacto y evitar los deportes o actividades que conllevan un riesgo de caídas y/o de lesiones abdominales. Entre las actividades prohibidas durante el embarazo se incluyen los deportes de contacto, el esquí alpino y la equitación.
También es importante que sea consciente de los cambios que se están produciendo en su cuerpo. Durante el embarazo, su cuerpo produce una hormona denominada relaxina, que se cree que ayuda a preparar el área pubiana y el cuello uterino para el parto. Esta hormona afloja los ligamentos, lo que puede provocarle cierta pérdida de estabilidad y hacerle más proclive a las lesiones.
Por eso es más fácil que se haga torceduras o distensiones, sobre todo en lo que se refiere a las articulaciones de la pelvis, las lumbares y las rodillas. Además, su centro de gravedad cambiará conforme vaya avanzando el embarazo, lo que le hará perder más fácilmente el equilibrio e incrementará el riesgo de caídas. Tenga esto en cuenta a la hora de elegir una actividad física, y no se exceda.
Independientemente del tipo de ejercicio que elija, haga descansos frecuentemente y recuerde beber abundante líquido. Y déjese guiar por el sentido común: si nota que le falta el aliento, se empieza a encontrar mal o tiene alguna molestia, baje el ritmo o interrumpa la actividad. Si tiene alguna duda sobre la práctica de determinada actividad o deporte durante el embarazo, consulte a su médico para que le dé recomendaciones específicas al respecto.
Cuidado de la salud durante el embarazo (Nutrición)
Nutrición y suplementos
Ahora que usted está comiendo para dos (¡o más!), no es el mejor momento para escatimar calorías o ponerse a dieta. De hecho, ocurre justamente lo contrario -necesita aproximadamente 300 calorías diarias más, sobre todo cuando el embarazo esté bastante avanzado y el bebé crezca más deprisa. Si usted está muy delgada, es muy activa o espera gemelos, necesitará ingerir todavía más calorías. Pero, si tiene sobrepeso, es posible que su médico le recomiende no aumentar tanto la ingesta de calorías.
Comer de forma saludable siempre es importante y especialmente durante el embarazo. Por lo tanto, asegúrese de que las calorías que ingiere proceden de alimentos nutritivos que contribuirán al crecimiento y desarrollo del bebé.
Intente seguir una dieta equilibrada que incorpore los siguientes alimentos:
carne magra
fruta
verdura
pan integral
productos lácteos de bajo contenido en grasas
Si sigue una dieta saludable y equilibrada, tendrá más probabilidades de obtener los nutrientes que necesita. Pero necesitará más nutrientes esenciales (sobre todo calcio, hierro y ácido fólico) que antes de quedarse embarazada. El profesional de la salud que supervise su embarazo le recetará vitaminas prenatales para estar seguro de que tanto usted como su bebé en proceso de crecimiento se están alimentando bien.
De todos modos, el hecho de tomar vitaminas prenatales no significa que usted pueda seguir una dieta desequilibrada. Es importante que recuerde que debe alimentarse bien durante el embarazo. Las vitaminas prenatales son suplementos para completar la dieta, no la única fuente de esos nutrientes tan necesarios.
Calcio
La mayoría de mujeres de diecinueve años en adelante -incluyendo las que están embarazadas- no suelen ingerir diariamente los 1.000 mg de calcio recomendados. Debido a que los requerimientos de calcio de un bebé en proceso de crecimiento son altos, usted debería aumentar el aporte de calcio para impedir que se le descalcifiquen los huesos. Probablemente el suplemento vitamínico prenatal que le recete el médico contendrá calcio.
Entre las fuentes ricas en calcio se incluyen:
* los productos lácteos bajos en grasas, incluyendo la leche, el queso pasterizado y el yogur
* los productos enriquecidos con calcio, como muchos los zumos de naranja comercializados, la leche de soja y los cereales
* las verduras de hoja verde oscuro, como las espinacas, la col rizada y el brócoli
* el tofu
* las judías secas
* las almendras
Hierro
Las mujeres embarazadas necesitan ingerir aproximadamente 30 mg de hierro cada día. ¿Por qué? Porque el hierro es necesario para fabricar hemoglobina, el componente de los glóbulos rojos encargado de transportar oxígeno. Los glóbulos rojos circulan por el cuerpo para transportar oxígeno a todas las células.
Si una persona no tiene suficiente hierro, su cuerpo no podrá fabricar suficientes glóbulos rojos y sus tejidos y órganos no recibirán el oxígeno que necesitan para funcionar correctamente. Por eso es especialmente importante que las mujeres embarazadas ingieran suficiente hierro a través de la dieta, tanto para su salud como para la de sus bebés es proceso de desarrollo.
A pesar de que este nutriente se puede encontrar en distintos tipos de alimentos, el hierro procedente de la carne se absorbe más fácilmente que el de origen vegetal. Entre los alimentos ricos en hierro se incluyen:
* la carne roja
* la volatería de carne oscura
* el salmón
* los huevos
* el tofu
* los cereales enriquecidos con hierro
* las judías secas y los guisantes
* las frutas deshidratadas
* las verduras de hoja verde oscuro
* la melaza negra
Ácido fólico
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que todas las mujeres en edad de procrear -y sobre todo aquellas que quieran quedarse embarazadas- tomen un suplemento de 400 microgramos (0,4 mg) de ácido fólico cada día, aparte del ácido fólico ingerido a través de la dieta. Puede formar parte del suplemento multivitamínico prenatal o bien tomarse aparte
¿Por qué es tan importante el ácido fólico? Los estudios han mostrado que tomar suplementos de ácido fólico un mes antes de la concepción y durante los tres primeros meses de embarazo reduce en hasta el 70% el riesgo de que el bebé nazca con un defecto del tubo neural.
El tubo neural -que se forma durante las primeras semanas de embarazo, posiblemente antes de que una mujer sepa siquiera que está embarazada- acaba dando lugar al cerebro y la columna vertebral del bebé. Cuando el tubo neural no se forma o cierra correctamente, el resultado es un defecto del tubo neural, como la espina bífida.
De nuevo, el profesional de la salud que supervise su embarazo le recetará un suplemento multivitamínico prenatal que contenga la cantidad adecuada de ácido fólico. Algunos profesionales de la salud recomiendan incrementar todavía más el aporte de ácido fólico, especialmente en aquellas mujeres que han tenido previamente un hijo con un defecto del tubo neural.
Si usted adquiere un suplemento multivitamínico de venta sin receta médica, deberá tener en cuenta que, aunque la mayoría de ellos contienen ácido fólico, no todos contienen la cantidad adecuada para cubrir las necesidades nutricionales de una mujer embarazada. De modo que lea atentamente los prospectos de los distintos suplementos y pida consejo a su médico antes de adquirir uno.
Fluidos
También es importante beber abundante líquido, sobre todo agua, durante el embarazo. El volumen sanguíneo de una mujer aumenta espectacularmente durante el embarazo, y beber suficiente agua cada día puede ayudarle a evitar problemas bastante habituales durante el embarazo, como la deshidratación y el estreñimiento.
Salud durante el embarazo
Ahora que está embarazada es más importante que nunca que se cuide. Por descontado, todo el mundo -su médico, sus familiares, sus amigos, sus compañeros de trabajo e incluso totales desconocidos- le darán consejos sobre lo que debería y no debería hacer durante el embarazo.
Pero mantenerse sana durante el embarazo solamente depende de usted, de modo que es fundamental que se informe bien sobre las muchas formas de cuidar de su salud y de la salud de su bebé durante el embarazo.
Examenes médicos
La clave para proteger la salud de su bebé está en hacerse examenes médicos prenatales regularmente. Si cree que puede estar embarazada, concierte una cita con el profesional de la salud que desea supervise su embarazo. Debería hacerse la primera revisión en cuanto crea que puede haberse quedado embarazada.
En el primer examen prenatal, el profesional de la salud que usted haya elegido probablemente le hará una prueba del embarazo y estimará de cuántas semanas está basándose en la exploración física y la fecha de su última menstruación. Utilizará esta información para predecir la fecha aproximada del parto (de todos modos, la ecografía que le harán cuando el embarazo esté más avanzado ayudará a corroborar esa fecha).
Si usted está sana y no hay ningún factor de riesgo que pueda complicar el embarazo, probablemente bastará con que se haga examenes prenatales:
cada cuatro semanas hasta la 28ª semana de embarazo
a partir de entonces, cada dos semanas hasta la 36ª semana de embarazo
y luego una vez por semana hasta el parto
A lo largo del embarazo, el profesional de la salud que supervise su embarazo la pesará y le tomará la tensión arterial al tiempo que evalúa el crecimiento y el desarrollo del bebé (palpándole el abdomen, midiéndole el vientre y escuchando el latido cardíaco del feto a partir del segundo trimestre de embarazo). A lo largo del embarazo, también le practicarán varias pruebas de diagnóstico prenatal, incluyendo análisis de sangre y de orina, exploraciones del cuello uterino y probablemente por lo menos una ecografía.
Si usted todavía no ha elegido un profesional de la salud para asesorarle y tratarle durante el embarazo, puede optar entre varias alternativas posibles:
Obstetras / ginecólogos (médicos especializados en el embarazo y el parto, aparte de en el apartado reproductor femenino y la salud de la mujer en general).
Médicos de familia (médicos que ofrecen una amplia gama de servicios a pacientes de todas las edades -a veces incluyendo la obstetricia).
Enfermeras-comadronas tituladas (enfermeras especializadas en las necesidades sanitarias de las mujeres embarazadas, incluyendo los cuidados prenatales y la atención durante el parto y el alumbramiento, así como los cuidados posparto en los embarazos sin complicaciones). También hay otros tipos de comadronas, pero usted siempre debería elegir una que pueda acreditar su formación y que esté especializada en este campo.
Cualquiera de estas opciones puede ser una buena elección si usted está sana y no hay ningún motivo para anticipar posibles complicaciones durante el embarazo. No obstante, las enfermeras-comadronas han de tener la posibilidad de acceder a un médico en el caso de que surjan problemas inesperados durante el parto o de que deba practicarse una cesárea.
lunes, 12 de julio de 2010
Embarazo: La fertilidad y la edad
La mujer de hoy deja el embarazo para cuando se encuentra establecida como profesional, por lo que muchas intentan concebir después de los 30 años. La fertilidad disminuye con la edad, y es a partir de los 35 que se reducen las probabilidades de embarazo.
¿Por qué pasa esto?
Hoy en día, una de cada cuatro parejas en edad reproductiva tiene problemas de fertilidad. Aunque esto está relacionado con muchos factores, uno de los más importantes es la edad de la mujer. Se ha comprobado que la fertilidad de las mujeres declina con la edad, y después de los 35 años la probabilidad de quedarse embarazada es de sólo un 15 % cada mes. Esta situación empeora después de los 40 años.
Esta caída de la fertilidad se debe a la calidad de los óvulos, ya que hay mayor proporción de trastornos cromosómicos en ellos.
La fertilidad
El ser humano, de por sí, es bastante fértil. La mayoría de las mujeres son capaces de concebir y criar hijos desde la adolescencia y hoy, en sociedades industrializadas, las mujeres crían hijos hasta los 40 y más. Los hombres, en cambio, pueden ser fértiles durante mucho más tiempo.
A través de la investigación médica se ha llegado a la conclusión de que un gran número de casos de infertilidad se pueden corregir o mejorar para conseguir una fertilidad del 65%. Y ello se puede lograr gracias a que la ciencia puede aportar soluciones a algunos de estos problemas.
A pesar de la preocupación que tiene la sociedad con respecto a este tema, la incidencia actual de infertilidad ha permanecido estable en los últimos años. Una de cada cinco o seis parejas presentan trastornos en la fertilidad. La esterilidad aumenta a medida que aumenta la edad; cerca del 33% de las parejas luego de los 30 años tienen problemas de fertilidad. El factor de la edad comenzó a ser más importante desde que en los Estados Unidos y en el resto de los países industrializados la mujer empezó a posponer la maternidad hasta lograr un título universitario o conseguir logros en el trabajo.
Causas de infertilidad
Existe, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de parejas que en edad reproductiva buscan un embarazo y no lo logran después de un año de intentarlo. Por lo general, la infertilidad se la puede atribuir tanto al hombre como a la mujer, o incluso a ambos. En muchos casos la causa de infertilidad no puede ser identificada y en muchos otros ocurre un embarazo antes de que la causa se haya determinado.
Sin embargo, son pocas las parejas que sufren una infertilidad definitiva, y el tratamiento médico es muy útil en la mayoría de los casos.
En la mujer
El 80 % de los casos de infertilidad femenina se debe, principalmente, a tres causas:
- Anovulación: cuando el óvulo no llega a ser expulsado por el ovario.
- Endometriosis: cuando el tejido uterinio se encuentra fuera del útero. Este trastorno, que puede estar derivado por causas hormonales o genéticas, se detecta a partir de la insistencia de los dolores en la menstruación
- Factor tubo-peritoneal: cuando las Trompas de Falopio se encuentran con algún tipo de lesión.
Asimismo hay otra serie de obstáculos femeninos que impiden el embarazo, entre los que se encuentra el tema que nos concierne, la edad. El reloj biológico existe y a partir de los treinta y cinco comienza a afectar a los mecanismos de reproducción femenina. La edad también afecta a la fertilidad de los hombres, aunque para ellos (si no existen otros problemas físicos) el declive comienza a partir de los sesenta años.
La fertilidad disminuye con la edad. A partir de los 35 años se reducen las probabilidades de embarazo, y desde los 40 años este fenómeno es más pronunciado. No sólo la fertilidad disminuye con la edad, sino también que la frecuencia de enfermedades genéticas se incrementa, ya sea el primer embarazo o el décimo.
En casos donde la mujer es menor de 40, entre un 20% y 60 % de las parejas con problemas de fertilidad, logra quedarse embarazada mediante Reproducción Asistida al primer intento.
En el hombre
En general, las causas específicas están relacionadas con un defecto en la producción de los espermatozoides o con una obstrucción en el transporte de los mismos desde los testículos durante la preparación para la eyaculación. Las infecciones juegan un papel menos importante en la infertilidad masculina que en la infertilidad femenina.
Las causas de infertilidad en el hombre son múltiples. Para entenderlas mejor, se dividen en cuatro grupos:
Pre-testiculares (hormonas), testiculares, postesticulares, problemas de la eyaculación.
domingo, 11 de julio de 2010
Fertilidad: Periodo Fertil. Quedar embarazada
Conozca el ciclo menstrual con detalle y controle el quedar embarazada
Las probabilidades de quedar embarazada son más altas durante el periodo fértil. La manera más simple de identificarlo consiste en observar las características y duración del ciclo menstrual. En general, la ovulación ocurre catorce días después del día en que se inicia la menstruación en ciclos regulares de 28 días.
Otra forma de identificar el momento más propicio para lograr un embarazo, es evaluando la mucosidad cervical. Habitualmente, la ovulación se produce al día siguiente de la desaparición de la secreción transparente y filante.
Cuando se busca quedar embarazada, también se puede utilizar el seguimiento de la temperatura basal bucal o anal (tomada todos los días justo al despertar). Ésta se mantiene relativamente estable desde el día 1 del ciclo hasta la ovulación, en que sube gradualmente alrededor de 0,5 °C. Se identifica la ovulación con el primer y segundo día de alza.
Además de lo anterior, se pueden utilizar test de orina que se expenden en las farmacias, a través de los cuales se determina el nivel de la hormona luteinizante (LH). Generalmente, al día siguiente de la detección de la hormona se produce la ovulación.
Si transcurridos 12 meses de exposición no se ha producido un embarazo, es aconsejable consultar con un especialista en infertilidad.
Los ciclos son variables en todas las mujeres, considerándose normal que duren entre 21 y 35 días.
La ovulación es la salida del óvulo del ovario, ocurre todos los meses en la mitad del ciclo menstrual. Si una mujer tiene un ciclo de 28 días, el día 14 ocurre la ovulación, teniendo en cuenta que el 1 es el día en que le llega la menstruación y el 28 es cuando se presenta la próxima menstruación.
Las probabilidades de quedar embarazada son más altas durante el periodo fértil. La manera más simple de identificarlo consiste en observar las características y duración del ciclo menstrual. En general, la ovulación ocurre catorce días después del día en que se inicia la menstruación en ciclos regulares de 28 días.
Otra forma de identificar el momento más propicio para lograr un embarazo, es evaluando la mucosidad cervical. Habitualmente, la ovulación se produce al día siguiente de la desaparición de la secreción transparente y filante.
Cuando se busca quedar embarazada, también se puede utilizar el seguimiento de la temperatura basal bucal o anal (tomada todos los días justo al despertar). Ésta se mantiene relativamente estable desde el día 1 del ciclo hasta la ovulación, en que sube gradualmente alrededor de 0,5 °C. Se identifica la ovulación con el primer y segundo día de alza.
Además de lo anterior, se pueden utilizar test de orina que se expenden en las farmacias, a través de los cuales se determina el nivel de la hormona luteinizante (LH). Generalmente, al día siguiente de la detección de la hormona se produce la ovulación.
Si transcurridos 12 meses de exposición no se ha producido un embarazo, es aconsejable consultar con un especialista en infertilidad.
Los ciclos son variables en todas las mujeres, considerándose normal que duren entre 21 y 35 días.
La ovulación es la salida del óvulo del ovario, ocurre todos los meses en la mitad del ciclo menstrual. Si una mujer tiene un ciclo de 28 días, el día 14 ocurre la ovulación, teniendo en cuenta que el 1 es el día en que le llega la menstruación y el 28 es cuando se presenta la próxima menstruación.
sábado, 10 de julio de 2010
Quiero tener un hijo Las mejores posturas sexuales para quedarse embarazada
¿Llevas un tiempo intentando quedarte embarazada y no lo consigues? Te damos algunos trucos para que tu pareja "dé en el blanco" más fácilmente. Te explicamos qué posturas sexuales facilitan la concepción de un hijo.
Ante todo, para quedar embarazada es necesario tener relaciones sexuales los días en los que la mujer está ovulando. La mujer debe conocer su ciclo de ovulación y controlar cuáles son sus dos o tres días fértiles del mes. Se debe practicar sexo estos días, con un abstinencia, a ser posible, de 4 a 6 días antes, para que el esperma del hombre tenga mejor calidad. Esos días, la mujer debe lavarse sus partes íntimas sólo con agua.
Es muy importante que al acabar el coito, el hombre retire su miembro cuando éste esté flácido, evitando así el efecto émbolo, que provoca que el esperma salga al retirarse el pene de la vagina. Además, la mujer debe permanecer dos horas en la cama sin levantarse para nada.
Las posturas sexuales que facilitan la concepción de un hijo son aquellas que permiten una penetración más profunda. La más recomendada para conseguir que el espermatozoide fecunde el óvulo es la del misionero. El misionero es una de las posturas más clásicas pero también la más eficaz, según los expertos, para encargar un bebé.
El arco, la cuchara o el perrito son otras de las posturas que facilitan la penetración.
Posturas sexuales para quedar embarazada:
El misionero
Y es que los clásicos nunca fallan y tal como recoge Bebés y Más, muchos expertos coinciden en que la mejor postura para lograr el embarazo es la del misionero con la que el hombre se coloca encima de la mujer.
La postura por excelencia, no es de las más excitantes y placenteras, pero sí es la más practicada y uno de las más eficaces para asegurar el embarazo. Llevarla a cabo es tan sencillo como que la mujer se tumbe boca arriba mientras el hombre se tumba encima.
La excitación del Misionero, se debe a que el hombre tiene total libertad para acariciar y masajear las partes más erógenas de la anatomía de su chica. Ahora bien, esta postura no es del todo recomendable si a la chica le cuesta alcanzar el orgasmo, ya que no se consigue estimular directamente el clítoris.
Posicion Perrito
Todo un clásico hasta para fecundar. Una de las posturas universales del sexo es ideal para facilitar el embarazo. Ambos a cuatro patas, es el hombre quien penetra desde atrás. Con este tipo de postura, la penetración es mucho más profunda que con otras, lo que facilita que el semen esté en contacto más estrecho con el útero.Además,prepárate para estimular el punto G e ir directa al orgasmo.
La cuchara:
Otra forma de facilitar el embarazo es mediante una postura sexual lateral con la que también se garantiza una penetración muy profunda. De esta manera, se facilita que los espermatozoides alcancen más rápidamente su destino, el óvulo.
La postura de la Cuchara está muy recomendada para las parejas que quieren un encuentro mucho más dulce y pasional. Además, esta postura es una de las preferidas de las mujeres. Para ponerla en práctica, ambos se tumban sobre un costado con las piernas plegadas en posición acurrucada hacia la misma dirección. Es ideal para las caricias, ya que tu chico tiene las manos libres para masajear los senos, acariciar el clítoris...
Posición Arco:
Otra forma de facilitar el embarazo es mediante a postura del arco, que por cierto, requiere cierta flexibilidad por parte de la mujer. Es una postura ideal para la penetración profunda. Para ponerla en práctica debes tumbarte boca arriba con las piernas abiertas y flexionadas. Cuando tu chico vaya a penetrarte, debes levantar tus caderas y reposarlas encima de los muslos de tu pareja. Es una postura muy excitante ya que permite la estimulación del clítoris y de los senos.
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